San Cugat
El monasterio de San Cugat del Vallés es una antigua abadía benedictina situada en la localidad de San Cugat del Vallés, en Cataluña. El monasterio, construido entre los siglos IX y XIV, destaca por su notable claustro. Fue el monasterio de mayor importancia de todo el condado de Barcelona. Ha sido declarado Bien Cultural de Interés Nacional en 1931 con RI-51-0000433.
Fotos tomadas en abril del 2013 | ||||
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Descripción:
El monasterio, construido entre los siglos IX y XIV destaca especialmente el claustro, con capiteles finamente grabados con escenas bíblicas explicadas por órden. Fue el monasterio de mayor importancia de todo el Condado de Barcelona.
Alrededor del año 1000, bajo el impulso del abad Odó comenzó la construcción de un nuevo monasterio según un proyecto en que se integraban todas las construcciones alrededor de un claustro.
Historia:
Inicios
Por los restos encontrados, el lugar lo ocupaba una fortaleza romana llamada Castrum Octavianum. Los orígenes del monasterio se remontan al siglo IX cuando se decidió unir la basílica paleocristiana del siglo V, de planta cuadrada y alrededor de la cual ya existía una comunidad de monjes, que contenía las reliquias de San Cucufato (San Cugat en catalán) con una fortificación anexa.
Los primeros religiosos aprovecharon las viejas estructuras romanas. Tras el Edicto de Milán se cree que edificaron una pequeña iglesia para que los cristianos pudieran rendir culto a los mártires muertos en el recinto. El rey visigodo Recaredo, en el Segundo Concilio de Toledo, reconoció como la católica la religión auténtica, por lo que el obispo de Barcelona procuró que hubieran religiosos en el Castrum Octavianum para preservar el culto y que pudieran acudir feligreses o peregrinos.
En el siglo VII la capilla fue ampliada y pudiera ser que en ese momento se fundara un pequeño monasterio con una comunidad de monjes muy reducida que se destruyó totalmente en el año 717 tras la invasión islámica.
Al hacer retroceder a los musulmanes hacia el sur, Carlomagno conquistó de nuevo el Castrum Octavianum. Se cree que en el año 777 el médico benedictino Fulrado, cura de confianza de Carlomagno fue el que comenzó a organizar la comunidad. En el 785 el emparador, devoto de San Cucufato, puso al frente al abad Deodato con doce monjes de la órden de San Benito y quedó entonces fundada la comunidad. Estaban dotados de posesiones y propiedades, con castillos e iglesias. Debido a las incursiones árabes la comunidad benedictina no acabó de establecerse realmente, y en el año 852 el lugar fue de nuevo arrasado y vuelto a reconstruir por el abad Donadeu.
Las primeras noticias documentadas datan del año 877 cuando el emperador Carlos el Calvo confirmó los bienes del monasterio. Su sucesor Luis II (el jóven) dispuso el dominio de los obispos de Barcelona sobre la abadía, apareciendo así el primer abad conocido, Ostofredo. Hasta el año 973 hubo tiempos con abad (con diferente duración en sus mandatos) y sin abad en que no se tenía dirección.
Esplendor
En el siglo X la importancia del monasterio comienza a ser notable y la comunidad se expande hacia las tierras de la Cataluña Nueva en el Panadés y en el Montseny, y los abades tomaban parte en actos de relevancia. En el año 985 el ataque de Almanzor en la razzia que hizo sobre los condados catalanes afectó al monasterio sin causar daños graves, aunque el abad Odón tuvo que iniciar unas obras de reconstrucción.
El abad Odón es uno de los principales artífices del crecimiento temporal y espiritual de la abadía, y un exponente claro de la fína lína que separa los asuntos del mundo espiritual con los del mundo terrenal, y fue un claro exponente del estamento religioso de la Alta Edad Media. Se comportaba como un señor feudal, a la vez religioso y guerrero. Murió en el año 1010 en la batalla del río Guadiaro cuando acompañaba las tropas del conde de Barcelona Ramón Borrell, y está enterrado en la nave izquierda de la iglesia.
El abad Guitard (1010-1053) tuvo problemas graves con la nobleza feudal que lo consideraban como un serio competidor por las tierras fronterizas de la llamada Cataluña Nueva y por las rentas agrarias. En el año 1013 el abad tuvo que vender varias posesiones para poder seguir con la restauración del monasterio y al parecer fue el que levantó un claustro anterior al actual del cual hay restos en el subsuelo. En el año 1063 se construyó una iglesia de la que sólo queda la base del campanario.
Entre los siglos XI y XIII los abades eran miembros de la alta y media nobleza, que al ser apartados de la línea de sucesión se entregaban a la línea monástica, y así se introdujeron en las grandes abadías elementos de control.
La prosperidad del monasterio se devió a varios factores:
- Emplazamiento, en la fértil huerta del Vallés que proporcionaba grandes producciones agrícolas
- Proximidad a Barcelona que le otorgó el favor de la corte condal y episcopal.
- Posición estratégica que le ayudaba a participar en la expansión territorial de Barcelona durante los siglos X al XII.
En el año 1039, la reina Ermesinda de Carcasona escoge el monasterio para celebrar el matrimonio de su nueto, el conde Ramón Berenguer I con Isabel de Nimes.
En 1099, Berenguer Folc, que fue abad y obispo de Barcelona, consiguió del conde Ramón Berenguer III la anexión del monasterio de Sant Llorenç del Munt, cuyos monjes había salido de San Cugat.
Después de la última invasión árabe, el monasterio quedó muy perjudicado, pero bajo el mandato del abad Roland Oliver el monasterio de San Pablo del Campo fue puesto bajo su custodia y vigilancia (incluídas sus rentas), y también la iglesia de San Cebrián de Aiguallonga (como se llamaba antiguamente Valldoreix) y el oratorio de San Vicente de Valldoreix.
Durante el mandato del abad Ermengol, el obispo de Vic confirmó que el monasterio de Santa Cecília de Montserrat era posesión del de San Cugat, aumentando así aún más la importancia del cenobio.
Los dominios del monasterio se extienden a los monasterios de San Pedro de Clarà y San Salvador de Breda, y la administración se dividió en cuatro divisiones: Vallès, Llobregat, Penedès y Palau (Santa Maria de Palautordera).
Con Jaime I se mantuvieron las buenas relaciones del monasterio con la casa condal, y se pensó en el monasterio como un contrapoder al obispo de Barcelona. Bajo la protección del rey el monasterio recuperó los beneficios que tuvo en el pasado, y que tuvo un desencadenante entre el abad Pere d'Amenys y el obispo Berenguer de Palou. La protección condal duró hasta 1243. A pesar de que la corona acoge muchas posesiones, el papa Gregorio IX nombra un tribunal eclesiástico presidido por el obispo de Tarragona Pedro de Albalat, en el que se da la razón al obispo.
A finales del siglo XII y principios del XIII se inicia un auge de la música, en que Pere Ferrer compone himnos y secuencias, que casi todas se han ido perdiendo en el tiempo.
En el año 1350 se iniciaron las obras de fortificación de San Cugat. El rey Pedro III amplió las mirallas añadiendo algunas torres de guardia, y en el siglo XIV se construyó un acueducto (Puente de Can Vernet) para mejorar el abastecimiento de agua. En diciembre de 1350 se produce un hecho luctuoso en el que por un testamento a favor de la abadía, muere el abad Arnau Ramón de Biure a manos de Berenguer de Saltells. Según la tradición en aquel momento el gallo se puso a cantar, y por eso se conserva el gallo de la antigua veleta en el interior.
El sucesor Pere Bosquets terminó de construir el recinto amurallado para proteger el monasterio por órden de Pedro el Ceremonioso, e hizo edificar el palacio abacial.
Decadencia
Pero fue la supresión de la elección directa de los abades por parte de los monjes la que inició la decadencia del monasterio, ya que muchos abades eran nombrados por la diócesis y algunos de ellos ni pisaban el cenobio.
En 1471 comienza la lista de los abades comendatarios, normalmente cardenales.
Con la unión de la Corona de Aragón y la de Castilla, el monasterio se ve sometido a un deliberado proceso de castellanización contra el que lucharon los monjes. De este siglo son las galerias superiores del claustro, el pórtico que lo precede y la partes superiores del campanario.
A partir del año 1561 el rey de Castilla es el que nombra a los abades.
Durante la Guerra de Sucesión Española el Archiduque Carlos ocupó el monasterio, causando graves desperfectos en el mismo. Por tal motivo se realizó en 1789 una restauració en que se reformó el palacio abacial y se le dotó de una nueva sala capitular en el ala del claustro opuesta a la iglesia y se cerró el presbiterio.
El monje Benet de Moxó i de Francolí dejó escrita mucha historia del cenobio en las "Memorias históricas del Real Monasterio de San Cucufate del Vallés", que realizó por orden del abad Montero i Alós.
Ruína y regeneración:
A principios del siglo XIX el monasterio se reduce a unos 20 monjes. En 1835 los monjes deben abandonar el monasterio y su tesoro monumental y artístico debido a la Ley de Desamortización promulgada por Mendizábal, quedando abandonado hasta el año 1851, año en que la Comisión de Monumentos Históridos decidió restaurarlo.
Desde 1844 hasta 1931 el claustro se convirtió en la escuela pública del pueblo a pesar de sus malas condiciones.Inclusó llegó a servir como cuartel de la Policia Local y como sede del Ayuntamiento.
Parte de la riqueza artística se repartió entre museos e instituciones diversas o entre los mismos aldeanos, todo ello fruto de la imperiosa necesidad de reparaciones que necesitó a raiz de un incendio.
En 1931 el monasterio fue declarado Monumento Histórico Artístico, y a partir de entonces se iniciarios varias restauraciones por parte de la Generalitat de Cataluña recién restablecida, que finalizaron con la Guerra Civil Española. Fue asaltado en 1936 y utilizado como almacén agrícola y cuartel. El 30 de septiembre de 1938 se celebró en el mismo una sesión de las Cortes de la República.
Una vez que se terminó la contienda, se creó el patronato del monasterio de San Cugat con el mismo arquitecto que había llevado la restauración diez años antes, aunque ahora era sin recursos. Desde 1968 a 1972 la fracultad de Letras de la Universidad Autonoma de Barcelona se instaló en el claustro y edificios anexos. En 1982 la Generalitat, de nuevo restablecida, instaló en el edificio el Servicio de restauración de Bienes Muebles, que posteriormente sería trasladado a Valldoreix.
Arquitectura:
Como el claustro es lo más destacado del monasterio, de típico arte románico catalán, que fue construido en el siglo XII y al que le fue añadido un segundo posi en el siglo XVI. En su patio se puede observar la planta de la primera basílica del siglo V y el lugar dónde se enterró y veneró a San Cucufate.
El claustro guarda mucha similitud con la Catedral de Gerona debido a que después de trabajar allí 10 años, los escultores se desplazaron a San Cugat liderados por el maestro de obras Arnau Cadell. Se sebe esto porque dejó una pequeña lápida junto a un capitel en el ángulo norte.
Cada una de las alas del claustro mide unos 30 metros, con un patio de 900 metros cuadrados y cada galería consta de tres series de cinco arcadas, separadas por contrafuertes. Las arcadas se sostienen mediante dos columnas independientes construidas con piedra proveniente de Gerona, teniendo un total de ciento cuarenta y cuatro columnas y capiteles, número simbólico alusivo a los muros del Jerusalén celestial, descrito en el libro del Apocalipsis.
Galería Norte:
El muro de esta galería es la parte más antigua, como atestiguan sus pequeñas dimensiones, que son más rústicas que en el resto. Dispone de oche ventanas pequeñas y los restos de la claustra que las cerraban.
Cuando se construyó el claustro se aprovechó un muro ya existente del siglo IX que formaba parte del edificio monastico anterior. Así, s encuentra un tramo de opus incertum y una serie de ventanas del mismo siglo.
La puerta de dovelas de ese lado está mas baja del nivel del claustro, por lo que se piensa que podría haber pertenecido al antiguo claustro del siglo IX; de arco de medio punto y tabicada da pie a pensar que fuera la puerta del refectorio.
Galería de Levante:
En esta zona se encuentra un muro y una puerta tabicada del siglo XI, la antigua sala capitular del siglo XIII se convirtió en la capilla del Santísimo en el siglo XVIIII., la escalera que da acceso al claustro superior de estilo gótico y otras dos puertas, una neoclásica tabicada y otra de medio punto.
A la capilla del Santísimo se accee por una puerta de medio punto con arquivolta situada en medio de dos ventanales góticos. La antigua sala capitular era el lugar de reunión para tratar cuestiones de interés común. También era costumbre leer un capítulo de la Regla de San Benito. Es de planta cuadrada y posee una bóveda de aristas sustentada en cuatro ménsulas. También tiene un pequeño ábside cuadrado.
Galería de mediodía:
Está adosada la iglesia y por tal motivo, comunicadas por una puerta con arcos de medio punto concéntricos y arquivoltas en los cuales se alternan molduras geométricas con anchas bandas de decoración vegetal. Pertenece a la época de transición del románico al gótico.
Todo el muro está formado por sillares regulares, y se han descubierto restos de pinturas murales que cubrían la pared.
Es la más nueva de las cuatro galerías, y en la grieta que ahy al lado derecho de la puerta de la iglesia se puede ver la diferenciación entre la primera y la segunda fases del muro.
Galería de poniente:
En esta parte es dónde se encuentra la puerta de acceso al claustro. El muro del siglo XI está constituído por pequeñas piedras dispuestas en hileras mejor o peor alineadas. En el centro hay una puerta con arco de medio punto de época posterior.
Contiene dos puerta del siglo XI en los dos ángulos, tabicadad, ambas con arco de medio punto formado por pequeñas dovelas y jambas de piedra trabajada.
Galería superior:
La galería fue construida en la segunda mitad del siglo XVI para hacer frente a las necesidades del cenobio. Las galerías del nuevo piso también son de arcos de medio punto que descansan sobre capiteles toscanos sostenidos por columnas muy esbeltas, fruto de las influencias del renacimiento italiano.
Las galerías están cubiertas por un entramado de vigas de madera.
Actualmente está acondicionado para estancias y se pueden ver acristalados por el interior de los arcos.
Capiteles:
Los significados de los capiteles fueron meditados por los monjes y ofrecian diferentes niveles de interpretación, siendo el arte románico el que a través de la piedra esculpida narra un mensaje a través de los capiteles. Los contenidos son ejecutados por los escultores con una gran libertad creativa.
Se dice que la pericia del taller escultórico de San Cugat es considerada la mejor del patrimonio medieval europeo, y contienen escenas de la vida de los monjes, episodios bíblicos, escenas profanas, elementos vegetales, figuras animales y criaturas mitológicas.
Al parecer el ala sur presenta una evolución de las anteriores y tiene un plan narrativo de los episodios de la salvación que comienzan con el Dios mayestático y continúa con escenas del Antiguo Testamento (Adan y Eva, Noé, Abraham). La Anunciación a los pastores que ya forma parte del evangelio, seguido de la matanza de inocentes, multiplicación de panes y peces, la entrada de Cristo en Jerusalen, el sepulcro vacío, la predicación de los apóstoles y la dormición de María, terminando con la psicomaquia.
Iglesia:
La iglesia, construida entre los siglos XII y XIV, tiene tres naves de altura muy igualada y tres ábsides. Fue iniciada en estilo románico y se finalizó en gótico con la construcción de una cúpula y de un cimborrio octogonal sobre el crucero, mientras que en las cubiertas, las bóvedas están sostenidas por columnas adornadas con elementos vegetales.
La iglesia da impresión de sobriedad y sencillez. Hay poca decoración y la iluminación es discreta debido a la cabecera románica, que sólo obtiene luz en el ábside central, que es mayor que los otros dos y de planta poligonal, mientras los otros son más sencillos en semicírculo.
No existe coro, porque se desmontó en el año 1911 y a pesar de que se cree que hubo bastante decoración pictórica, sólo se han encontrado muy pocos restos.
En el ábside derecho se conserva el retablo de Santa María de todos los Santos, pintado por Pere Serra en 1375, de pintura catalana con influencia ítalo-gótica, y que en el año 1980 se repuso proveniente del Museo Diocesado de Barcelona. El retablo estuvo instalado en la sala capitular del monasterio y es similar al de Santa María de la Aurora de Manresa y la Virgen del monasterio de Pedralbes (todos pintados por Pere Serra durante la segunda mitad del siglo XIV.
En el siglo XIV se comenzaron a construir las capillas laterales aprovechando los contrafuertes de la pared de la nave central derecha. Estas capillas fueron reformadas y decoradas en estilo barroco. No se pueden ver los ventanales originales por estar superpuestos con decoración pictórica barroca.
Las capillas están dedicadas a Santa Escolástica, a San Benito, San Bartolomé y la Virgen de la Piedad, todas ellas con unos retablos bastante ostentosos.
El cimborrio, que se levanta sobre el crucero es de forma poligonal en torre, descansando sobre los cuatro pilares más gruesos del edificio y dispone de cuatro arcos de medio punto que se convierten la planta cuadrada en octogonal utilizando trompas. Los nervios del cimborrio, ocho en total, se disponen sobre cuatro ojivas que permiten albergar ocho amplios ventanales góticos. Fue la última parte del templo construida en estilo románico, y se supone que entre este y el estilo gótico hubo algún tiempo de inactividad, ya que las diferencias son muy marcadas.