Montsegur

Montsegur es un castillo en ruinas que se encuentra en la cima del Pog (1207 m de altitud)  la población a la que da nombre (Montsegur), dominando el país de Olmes, en el departamento de Ariège en la región de Languedoc, al sudeste de Occitania. Es un monumento histórico catalogado con PA0093892, que fue protegido a partir de 1862 e inscrito en 1989.

Fotos tomadas en agosto de 2004
(fotos digitalizadas a partir de diapositivas)

Descripción:

Está situado en la cima de un monte llamado Pog (o Puy en francés) que domina el valle del rio Lasset y es de muy difícil acceso, cosa que facilitaba muy bien su defensa. El camino hacia el castillo es empinado y escarpado, por lo que para su visita es imprescidible un buen calzado de montaña para salvar los 170 metros de desnivel. Las ruínas que se pueden ver en la actualidad son fruto de una reconstrucción total que se realizó por parte de su nuevo dueño tras la cruzada albigense y la toma del castillo por los cruzados. El castillo se encuentra en forma de ruina consolidada y se han realizado prospecciones el estado de la defensa y las ruinas del castro anterior.

Montsegur es único por ser el castillo cátaro en el que tras la conquista del mismo se quemó al pie del monte a todos los herejes cátaros que no quisieron abjurar de su fe. A pesar de que aún los castillos de Puylaurens y Quéribus acogieron cátaros huídos, se puede decir que el sitio y martirio de Montsegur fue el principio del fin de la herejía cátara y el comienzo del camino de los Hombres Buenos hacia Cataluña y Valencia.


Historia:

Hay tres formas muy diferenciadas de la forma del castillo, la primera antes de la cruzada Albigense, y la segunda tras la toma del castro en 1244. La decisión de hacer una segregación por etapas vino dada por el trabajo de los arqueólogos, en que delimitaron 3 etapas (las dos primeras coinciden en ser anteriores a la cruzada albigense) y la tercera es la reconstrucción llevada a cabo para ser castillo real.

Montsegur I

El lugar ya fue utilizado desde el Neolítico y en época romana, pero no se encuentran vestigios suficientes para reconstruir la historia antes del siglo XIII en la Alta Edad Media. Se considera que en la Alta Edad Media fue un pueblo fortificado en el que en la parte exterior de las murallas se van añadiendo viviendas ocupadas por la población civil.

Montsegur II

En 1204, Ramón de Perella fortificó el castrum a imagen de la nueva ideología cátara, que se estaba propagando por todo el Languedoc. La nueva religión en la que se daba una dualidad entre Bueno y Malo fue declarada herejía y combatida por Inocencio III como religión y por Felipe II de Francia en su nueva política de expansión hacia el sur tras la batalla de Muret.

La batalla de Muret es un punto de inflexión en el catarismo, en el declive de Occitania y se barajan unos nuevos tiempos entre la Corona de Aragón y Francia. Fruto de esta pérdida en que Felipe II de Francia salió victorioso contra las tropas del Conde de Tolosa, conde de Foix y otros señoríos occitanos como el de Cominges y las del rey de Aragón Pedro II el Católico que les vinieron a apoyar, el obispo cátaro de Tolosa Guilhabert de Castres se refugia en el castillo, que pasó a ser un refugio de "bonshommes". 

Montsegur fue capital del catarismo a partir de 1232, en el que el castrum se densifica y llega a albergar a una población de entre 500 y 600 personas, ya que se acogieron tanto a perfectos como a faidits. Se instaló allí la alta jerarquía cátara de Tolosa y de Rasès. Aún se pueden ver los vestigios de las viviendas en la parte noroeste del castillo, todavía visibles hoy día, a pesar de haber sido arrasadas tras la toma del mismo.

Vista aérea del castilloEn 1241 ya recibe un primer asedio por parte del Conde Ramón VII de Tolosa que no llega a ningún éxito (posiblemente por ausencia de combate y ser impuesto al conde por las fuertes presiones del rey de Francia).

Algunos de los cátaros que participaron en la matanza de los inquisidores de Avinyonet, encabezados por Pierre-Roger de Mirepoix, se refugiaron en el castillo, que en aquel momento era de propiedad de Esclaramunda de Foix que los acoge.

Fruto de la afrenta, en 1243, un ejército de unos 10.000 hombres comandado por Hugues des Arcis, senescal del rey de Francia en Carcasona, y Pierre Amiel, obispo de Narbona, asedia la fortaleza (es el cuarto sitio de Montsegur). El asedio durará unos 11 meses hasta el desenlace de la rendición el 16 de marzo de 1244 por parte de Ramón de Pereille y Pierre Roger de Mirepoix en una dura negociación en que se les daban 15 días para abandonar el castillo, pudiendo optar por la abjuración de su Fe o la hoguera.

A los más de 200 cátaros que no abjuraron se les encerró en una empalizada en la explanada frente al castillo y con ellos realizaron una pira funeraria. Los nobles, soldados y mercenarios fueron liberados y reuqeridos más tarde por la Inquisición, conforme a lo acordado en la capitulación.

Montsegur III

Tras la caida de Montsegur, el rey de Francia entrega el castillo a su lugarteniente Guy II de Levis en 1244. Se conservaron los restos del pueblo cátaro exterior, así como la muralla exterior. El castillo fue reformado para mantener una guarnición de unos 30 hombres. Ciertos documentos mantienen que Monsegur fue defendible hasta 1510.

El castillo permanecería en la família Lévis-Mirepoix, que no lo quiso reconstruir en detrimento de su otro castillo de Lagarde.

Firmado el Tratado de los Pirineos en el siglo XVII ya no tuvo importancia en la defensa, y durante siglos sirvió de cantera para las casas del pueblo de Montsegur.

El castillo fue clasificado como Monumento histórico en 1862, y el Pog dónde está erigido en 1883, los vestigios arqueológicos y líneas de defensa en 1989.

En 1947 se comenzó la primera campaña de restauración para evitar la degradación del castillo, y de paso borró algunos índices arqueológicos. En 1968 se constituyó el GRAME (Gropue de recherche archéologique de Montsëgur et environs) que ha conducido muchas campañas de restauración a pequeña escala.

El pueblo de Montsegur

Al pie del monte se instaló una pequeña comunidad, llamada de Ourjac alrededor de la fuente homónima que hay en el poblado actual de Montsegur. Al no disponer de iglesia los aldeanos debían subir al castillo para los servicios religiosos.

Al entrar en ruina el castillo, se construyen las casas del pueblo, que fue creciendo a partir del siglo XVI, con las piedras del castillo, y fue creciendo hasta el siglo XIX en que tomó la actual fisonomía. A partir de entonces comienza un declive poblacional que llevó a los 592 habitantes censados en 1900.


Mitos de Montsegur

Desde que Napoleon PEyrat descubrió en 1870 Montsegur, gracias a su pluma inspiró una atmófera romántica entorno al sitio. Algunos de los mitos se describen a continuación:

El fenómeno solar

Cada año, en el solsticio de verano el primer rayo solar de la mañana atraviesa las cuatro saeteras de la torre del homenaje que está situada al noroeste y dibujan las cuatro barras en el patio del castillo. Es un fenómeno comparable al que ocurre también en el castillo de Quéribus, y queevocan un antiguo culto a Zoroastro.

El tesoro de la iglesia cátara

En su retida a Montsegur, la iglesia cátara se llevó allí todas sus pertenencias, incluido un gran tesoro. De este supuesto tesoro no se sabe mucha cosa, aunque hay dos hechos que hacen crecer las suposiciones:

- La huída a caballo del perfecto Mathieu y el diácono Bonnet en Navidad de 1243 llevándose con ellos gran cantidad de oro, plata y monedas. Se piensa que este tesoro se trasladó a Italia, en concreto a Cremona, en dónde había una comunidad cátara importante. Esta suposición se refuerza con las correspondencias epistolares entre ambas comunidades cátaras.

.- Se salvó un segundo tesoro durante la tregua de marzo de 1244, momento en el que cuatro individuos huyeron del castillo de Monsegur con el cargamento. Los historiadores conjeturan que en él había varios textos heréticos conservados por los perfectos en la fortaleza.

El Santo Grial

Montsegur siempre se ha considerado como el castillo del Grial. El Grial podría haber sido una de las piezas del tesoro de la iglesia cátara: la copa en la que José de Arimatea recogió la sangre de Jesucristo en el monte Gólgota o también la esmeralda que cayó de la corona de Lucifer en su lucha con los ángeles. El alemán Otto Rahn fue el artesano que forjó este mito que le inspiró el erudito Antonin Gadal, otra nos dice que el Grial está enterrado en el interior de la montaña de Montsegur.

Otto Rahn era un historiados especializado en los cátaros y apasionado de las ricas leyendas del Languedoc. Se instaló en 1932 en Ussat-les-Bains en dónde tomó la gerencia del hotel Marronniers y escribió La Cruzada contra el Grial, en que participó activamente Antonin Gadal, y tras el primer ensayo de Napoleon Peyrat. Todas sus tesis han sido rebatidas y refutadas por Jean Markale, historiador breton que escribió el libro Montsegur y el enigma cátaro (1986).


Enlaces:

Wikipedia en castellano, Wikipedia en francés (mucho más detallada)

Montsegur (web del pueblo de Monsegur)

France-voyage (guía de turismo, vacaciones y fines de semana en Ariège)

Castillo de Montsegur en Ariège-Pyrénees

Castillos medievales

Los cátaros

miBaúl de Blogs (ruta de los castillos cátaros en coche o autocaravana)

Los mártires del catarismo (National Geographic)

Mapa y mochila


Bibliografía:

Jorge Molist. La reina oculta: una dama, dos rivales, tres enigmas. Editorial Martínez Roca. 2007. ISBN 978-84-270-3341-2. Premio de novela histórica "Alfonso X el Sabio de 2007)

Michael Baigent, Richard Leight, Henry Lincoln y Jordi Beltran. El enigma sagrado. Editorial Martinez-Roca. 2000. ISBN 978-84-270-2557-8.

Zoe Oldemburg. La hoguera de Montsegur - Los cátaros en la historia. Editorial Edhasa. 2002. ISBN 978-84-473-4164-1. Ensayo histórico de 548 páginas.

Sophie Burnham. El tesoro de Montsegur. B Ediciones. 2003. ISBN 978-84-666-1096-4. Traducido del inglés por Sonia Tapia.

Gonzalo Cadenas - Mariano Enrique Masía. La herejía cátara. Trabajo de investigación. Biblioteca virtual senior. PDF

André Czesky - Montsegur nouveau régard. 2018. Éditions les Trois R. ISBN 978-2-911129-18-6.


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